La propuesta de intervención busca rehabilitar, reactivar y repotenciar el espacio de la plazoleta en dos escalas: barrial e institucional.
Se propone diferenciar la materialidad entre la superficie del espacio público a nivel peatonal y la superficie elevada representada por el “podio urbano”. Para cubrir las superficies peatonales y las calles se ha optado por el uso de la piedra natural y el canto rodado. Ambas materias cumplen con el objetivo de hacer disminuir la velocidad de los autos que transitan por la zona y además colaboran en recuperar el carácter simbólico que tenían las plazas coloniales de la antigua Lima. Por otro lado, el plano elevado presenta una materialidad menos fragmentada y más lisa, la cual permite ser utilizada como banca, losa deportiva, espejo de agua, etc.