El proyecto de módulos de mercado itinerante debía ser ecológico, de material reciclado, ser transportables y armables, diseño flexible, económicos y que pueda ser pueda ser tipo “casita” o kiosco, un ícono reconocible en cualquier lugar geográfico del Perú. Pudiendo ubicarse en distintos contextos urbanos y rurales, pudiendo adoptar distintas configuraciones para reactivar el espacio público, son emplazamientos efímeros, sin embargo el impacto dentro de la dinámica urbana, invita a repensar otras formas de intervenir en la ciudad. El proyecto reivindica la idea del mercado de pueblo, del mercado en la calle, que ha ido desapareciendo con la incursión de formatos comerciales más del tipo retail. El módulo pueden actuar por si mismos o uniéndose a otros módulos. Todo el diseño está hecho en OSB, una plancha de aglomerado reciclable, así mismo puede adaptársele pantallas LCD y toda la gráfica tanto de infografías.