AYAPUSAY. En el camino al cementerio.
La muerte en la cosmovisión del mundo andino es considerada como parte de la vida. Es decir, la muerte nunca es el final o la terminación del ser; es continuidad del ser dentro de la totalidad existencial y universal.
El proyecto se basa en una secuencia espacial, tanto exterior así como interior por las zonas de exposición, el “Yuyanapaq”. En el exterior el camino se convierte un espacio de rito fúnebre que comienza con el descenso ceremonial desde la parte alta del acantilado. Una vez abajo comienza el circuito ascendente hacia el mirador, una sumatoria de plataformas inclinadas, fragmentadas y dispersas, recuerdan lo difícil que es cargar a cuestas el alma de los seres que hemos perdido.