Uno de los objetivos del muro fachada es capturar el flujo peatonal, detener a la gente por un momento con el fin de que puedan ver la información como: agenda cultural, periódico mural, información relacionada con sitios turísticos del Centro de Lima, obras gráficas de arte, etc. El “muro” como un escaparate de la cultura, no concebido como un elemento lineal, sino poseer cierto ancho que pueda alojar distintas funciones y satisfacer ciertas dinámicas urbanas de la zona, como el sentarse para escribir algo, el comunicarse, el poder alojar vegetación. El muro absorbe algunas de las características del mobiliario urbano, bancas, tachos de basura, murales, etc. La apropiación de estos espacios revalora su importancia funcional y su nueva condición como parte del espacio público.