La arcilla es la materia prima que ha utilizado la humanidad desde tiempos inmemoriales para poder edificar sus viviendas, construir sus templos y crear objetos utilitarios para su vida cotidiana. Pero también ha encontrado en ella una manera de expresarse a través del arte y la arquitectura.
El ladrillo es uno de estos elementos moldeados por el hombre que ha superado la prueba del tiempo. Sin embargo en estos tiempos, su uso convencional ha perdido expresividad y fuerza, quedando limitado a formas rectas, esquinas o quedando escondido bajo un revestimiento de cemento.
La idea del proyecto es poder retomar la plástica geométrica del ladrillo, pudiendo generar aparejos curvos, muros perforados y texturados, techos y pisos. El ladrillo retoma la fluidez continua del arte utilitario, de la vasija y de la maceta, para poder convertir la casa en el objeto contenedor de vida.